El Gobierno del Reino Unido ha accedido a recibir este jueves al negociador jefe de la UE, Michel Barnier, en Londres con vistas a retomar las conversaciones para sellar un acuerdo que sirva de marco a la futura relación tras el 'brexit', estancadas en los últimos días ante la exigencia británica de un cambio en las líneas rojas del bloque.

En un comunicado, el Ejecutivo de Boris Johnson se ha mostrado satisfecho con la última intervención de Barnier este miércoles ante la Eurocámara después de que el 'premier' hubiera dejado claro que era necesario un "cambio fundamental" por parte de la UE en las discusiones. El negociador europeo ha defendido en el Parlamento europeo la voluntad de los Ventisiete de "intensificar" las negociaciones y ha confirmado la determinación de un acuerdo satisfactorio para ambos lados, con concesiones mutuas. Un gesto que Londres ha recibido con agrado y ha permitido desbloquear la situación.

Londres había exigido también seriedad a Bruselas a la hora de hablar de todos los temas y de llevar a término las conversaciones, además de aceptar que "estaba tratando con un país soberano e independiente y que cualquier acuerdo debería ser consistente con ese estatus". En opinión del Gobierno de Johnson, Barnier ha reconocido ambos aspectos y por ello, tras una conversación entre este y el negociador jefe británico, David Frost, el Ejecutivo del Reino Unido ha mostrado su disposición a "dar la bienvenida al equipo de la UE en Londres para reanudar las negociaciones esta semana".

Entrada en vigor

"Hemos acordado conjuntamente una serie de principios para gestionar esta fase de las conversaciones", ha precisado Londres en su comunicado. "Está claro que quedan brechas significativas entre nuestras posiciones en las áreas más difíciles, pero estamos dispuestos, con la UE, a ver si es posible superarlas en conversaciones más intensas", ha añadido el Gobierno británico.

La Unión Europea se ha dado de plazo hasta primeros de noviembre para cerrar un acuerdo con Reino Unido con tiempo suficiente para asegurar su ratificación y entrada en vigor el 1 de enero del 2020, cuando se produzca la ruptura definitiva y evitar así un 'brexit' caótico por la falta de marco de relaciones.

Barnier y Frost y sus respectivos 'número dos' se reunirán esta semana "en formato restringido" cada día y lo harán presencialmente alternando Bruselas y Londres mientras sea posible a pesar de las medidas por el coronavirus. La primera ronda se celebrará del 22 al 25 en la capital británica, según han pactado las partes.