La metrópolis europea por excelencia, París, conocida por sus minúsculas terrazas y estrechos bistrós, por sus concurridas calles y avenidas, no tiene más remedio que transformarse ante la epidemia de covid-19. La lucha contra el nuevo rebrote de coronavirus es incompatible con los célebres rasgos de la capital. La alcaldía de París anunció el jueves la ampliación de las terrazas hasta junio del 2021. Una medida acompañada de otra, esta decretada por la prefectura: el uso de la mascarilla es desde este viernes obligatorio en toda la capital.

La decisión de la intendencia parisina fue recibida con los brazos abiertos por el sector de la restauración, víctima colateral de la epidemia. "Es una excelente decisión, en realidad es vital", comenta el dueño de un pequeño restaurante situado a dos pasos de la céntrica Plaza de la République. "Nosotros hemos sacado todas las mesas al exterior -explica mientras dirige su mirada al interior del local, donde apenas queda un par de mesas y sillas-, lo que supone 20 cubiertos más en la terraza () Me parece tan importante que estoy dispuesto a pagar un alquiler extra a la alcaldía de París".

UNA DECISIÓN ESENCIAL PARA LA SUPERVIVENCIA DEL SECTOR

Fue el pasado 2 de junio cuando la alcaldesa parisina, Anne Hidalgo, decidió ampliar temporalmente los espacios dedicados a las terrazas, llegando incluso a cerrar ciertas calles al tráfico para ofrecer a los bares y restaurantes varios metros de asfalto. La medida debía concluir el próximo 30 de septiembre, pero ante la reaceleración de la epidemia y las pérdidas del sector, la prórroga otorgada por la intendencia parece indispensable para su supervivencia.

"Solo puedo decir que estoy muy contento con este anuncio, además de poder acoger a más clientes en el exterior, esta medida nos da más visibilidad en el barrio", cuenta con una gran sonrisa Antoine, un joven restaurador que abrió las puertas de su bistró el año pasado, pocos meses antes de verse obligado por el confinamiento a cerrar a cal y canto.

LA MARCARILLA OBLIGATORIA EN TODO PARÍS

El único pero planea sobre los meses de invierno; el frío y la humedad característicos de París serán difíciles de llevar en las terrazas. "No hay que olvidar que los Parisinos con mascarilla caminan por los Campos Elíseos, con el Arco de Triunfo detrás, este viernes. / IAN LANGSDON (EFE) han sido prohibidos () tendremos que buscar otras soluciones para que los espacios exteriores sean accesibles, quizás pondremos mantas a disposición de los clientes o instalaremos una lona cuando llueva", continúa el empresario parisino. Todo ingenio es poco para sacar adelante su negocio.

Mientras bares y restaurantes disfrutan de esta pequeña tregua tras meses de malas noticias, los viandantes se despertaron este viernes con una nueva restricción: el uso obligatorio de la mascarilla en todo París. "Una norma necesaria que muchos no respetan, parece que los jóvenes no saben ponerse una mascarilla", lanza indignada una octogenaria sentada al borde del Canal Saint-Martin, donde son muchos los olvidadizos o descuidados que por ahora no cumplen a rajatabla la normativa.