El comisario europeo de Comercio, el irlandés Phil Hogan, ha decidido dimitir tras haber sido acusado de incumplir las reglas sanitarias contra el covid-19 en una cena en un club de golf, según ha anunciado la cadena pública irlandesa RTE. Su renuncia llega después de que el primer ministro de la República de Irlanda, Micheál Martin, afirmara en un comunicado que la actitud de Hogan ha "socavado todo el enfoque de la salud pública" de su Gobierno.

La salida forzosa de un peso pesado del Ejecutivo de la Unión Europea supone un golpe para la credibilidad del equipo liderado por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Hogan asistió a una cena de golf la semana pasada que indignó a la opinión pública al saltarse las medidas de seguridad por el coronavirus. El comisario se disculpó tres veces por asistir al evento con unas 80 personas más, pero la presión sobre su figura creció exponencialmente cuando quedó claro que no había completado los 14 días de autoaislamiento de acuerdo con las reglas para los viajeros que llegan a Irlanda.

DOLOR DE CABEZA PARA VON DER LEYEN

Nombrado en el 2014 comisario de Agricultura, Hogan fue ascendiendo hasta alcanzar el codiciado puesto de responsable de Comercio comunitario en el Ejecutivo de Von der Leyen desde diciembre del 2019. Ahora la presidenta tiene otro dolor de cabeza ya que tendrá que encontrar un sustituto en mitad de las difíciles conversaciones con Estados Unidos, China y el Reino Unido.

La renuncia de Hogan significa que Irlanda tendrá que nombrar un nuevo representante para la Comisión. Los nominados potenciales incluyen al ministro de Relaciones Exteriores Simon Coveney, Mairead McGuinness, vicepresidenta del Parlamento Europeo, y Richard Bruton, un exministro experimentado que se perdió un puesto en el gabinete en junio, informaron los periódicos irlandeses. Los tres son miembros del partido Fine Gael de Hogan y Varadkar.