Unas 300 réplicas del seísmo de 6,7 que el martes azotó la isla de Masbate, en el centro de Filipinas, y que causó la muerte de una persona, se han registrado en las últimas 24 horas, una de ellas de magnitud 5,2.

El epicentro del nuevo seísmo de 5,2 se ubicó también en el mar, cerca de la localidad de Cataingan, a las 5.50 hora local del miércoles (23.50 GMT del martes), y el hipocentro se situó a 6 kilómetros de profundidad, informó el Instituto de Vulcanología y Sismología de Filipinas (Phivolcs).

El terremoto de 6,7 del martes provocó graves daños en Masbate, como grietas en carreteras y derrumbes de viviendas, entre ellas una casa de tres plantas que dejó un fallecido, Gilbert Sauro, un policía jubilado.

"Debido a tantas réplicas, nuestro consejo es que las casas y edificios dañados sean evacuados e inspeccionados por ingenieros para determinar si aún se pueden usar o no. Las réplicas fuertes pueden causar más daños a las estructuras y derribarlas", indicó hoy el director de Phivolcs, Renato Solidum.

El alcalde de Cataingan, Felipe Cabatana, confirmó a medios locales que en el municipio hay 48 heridos, la mayoría de ellos a causa de los golpes provocados por la caída de estanterías o muebles durante el temblor.

En la localidad cercana de Palanas hay al menos 27 personas heridas a causa de golpes con muebles y algunos que estaban en la calle en el momento del terremoto porque sus motocicletas chocaron al moverse el suelo.

Ninguno de los heridos se encuentra en estado crítico, aunque los esfuerzos de búsqueda y rescate de posibles en víctimas en toda la provincia de Masbate siguen en marcha.

Cabatana señaló que en Cataingan, la localidad más afectada, entre 5.000 y 6.000 personas pasaron la noche durmiendo en la calle, ya que los refugios habilitados para emergencias se están utilizando como centros de cuarentena por COVID-19, algunos de los cuales también resultaron dañados por el terremoto.

"Nuestra preocupación más urgente es el albergue temporal de los evacuados porque nuestros fondos para emergencias han sido asignados para la respuesta frente a la COVID-19", indicó el alcalde de Cataingan.

Filipinas se asienta sobre el llamado Anillo de Fuego del Pacífico, una zona que acumula alrededor del 90 % de la actividad sísmica y volcánica del mundo, y que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría moderados.

El último gran terremoto que golpeó el país fue un temblor de 7,1 que mató a más de 220 personas en el centro de Filipinas en octubre de 2013; y en julio de 1990, más de 2.400 personas murieron en la isla de Luzón por un seísmo de 7,8, uno de los más fuertes que han azotado el país.