El presidente del Consejo de Ministros de Italia, Giuseppe Conte, ha obtenido la prórroga del estado de emergencia hasta el próximo 15 de octubre. La medida excepcional, debida a la pandemia del coronavirus, ha recibido este miércoles el visto bueno del Congreso italiano tras obtener ayer la aprobación del Senado, en medio de críticas y reproches de la oposición de derecha.

En respuesta, el primer ministro ha acusado a sus opositores de alimentar la confusión en la población y ha defendido la legitimidad jurídica de su decisión. Está prevista por el Código de la Protección Civil, que es una fuente primaria y de carácter general, cuya legitimidad ha sido evaluada positivamente por el Tribunal Constitucional, ha dicho. El virus aún circula, había argumentado ya ayer, después de que algunos parlamentarios conservadores lo acusaran de querer reprimir así la voz de la oposición.

Distinta es la posición de Matteo Salvini, quien considera que el covid-19 ya no es peligroso e incluso asistió recientemente a un congreso en el que se negó a ponerse la mascarilla. En el mismo tono, la jefa de Hermanos de Italia (Fdl, por sus siglas en italiano), Giorgia Meloni, consideró que la decisión constituye una "deriva liberticida, algo que Conte dijo que es una acusación grave que no corresponde a la realidad.

CRÍTICAS POR LOS DECRETOS

Sin embargo, no son los únicos que en las últimas horas mantienen la lupa puesta sobre las maniobras del mandatario transalpino. Ha habido un uso excesivo de los decretos del presidente del consejo en los últimos meses, ha dicho este mismo miércoles la presidenta del Senado, Elisabetta Castellati. Es un asunto democrático. Los decretos fueron realizados sin la previa y debida consulta con el Parlamento, ha añadido.

En tonos similares, el constitucionalista Gaetano Azzariti ha dicho que incluso esta última prórroga presenta fuertes críticas constitucionales. En concreto, la prórroga prevé la extensión del estado de emergencia que Italia aprobó el pasado 31 de enero y vencía el próximo viernes, 31 de julio.

HUNDIMIENTO DEL TURISMO

Además, la medida se suma a otras restricciones ya en vigor. El país mantiene una "lista negra de 16 países considerados de alto riesgo y con los cuales las conexiones aéreas están interrumpidas, incluyendo Chile, Brasil, Panamá, Perú, Armenia, Bosnia, Serbia, Montenegro y Kosovo. Además, desde la semana pasada, exige que las personas que procedan de Bulgaria y Rumanía hagan una cuarentena de 14 días.

La cuarentena se mantiene para los países que no son parte de la Unión Europea y que no pertenecen al espacio Schengen. Una medida, esta, que ciertamente no beneficia a los flujos turísticos hacia el país, en plena temporada veraniega. Y esto cuando las previsiones ya hablan de una caída del turismo del 61%, el equivalente a 180.000 millones de euros, algo que sin embargo algunos creen que podría estar frenando la entrada del virus de otros países.