Los jefes de Estado y de Gobierno de la UE se citarán de nuevo este domingo a mediodía en la que será la tercera jornada de negociaciones para llegar a un acuerdo sobre el fondo de recuperación económica y el presupuesto comunitario de los próximos siete años. La sesión del sábado, plagada de reuniones bilaterales y contactos en grupo, acabó con una propuesta del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de recortar en 50.000 millones el volumen de las transferencias y de aumentar las medidas de control.

Este domingo, a su llegada a la cumbre, la cancillera alemana, Angela Merkel, ha advertido de que es "posible" que los Veintisiete no lleguen a un acuerdo sobre el plan de recuperación poscoronavirus, debido a los desacuerdos que persisten entre ellos.

"Hay mucha buena voluntad (...) pero es posible que no se obtenga ningún resultado hoy. Hay muchas posiciones diferentes. Haré mi parte, pero también es posible que no haya hoy un resultado", ha dicho Merkel a su llegada al centro de reuniones. La cancillera, que ha calificado de "decisiva" este tercera jornada de cumbre, ha subrayado. "No puedo decir por el momento si se encontrará una solución".

Entre las cuestiones por resolver y en las que persisten las diferencias están el tamaño del fondo de reconstrucción, las condiciones para acceder a sus ayudas y el respeto al Estado de derecho. Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Austria y Finlandia reclaman recortes en los dos y esto les enfrenta con países del sur como España, Italia, Portugal o Grecia, pero también con Merkel o el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

El holandés Mark Rutte también exige un férreo control de las ayudas del fondo de recuperación para que su gobierno pueda tener garantías antes del desembolso de que el país que las vaya a recibir ha adoptado reformas que Países Bajos considera adecuadas. Rutte ha apuntado públicamente que España e Italia deberían mejorar su legislación laboral y su sistema de pensiones.