El primer ministro de Portugal, António Costa, ha calificado este viernes de "repugnantes" las declaraciones del ministro de Finanzas de Holanda, Wopke Hoekstra, que en el fallido Consejo Europeo extraordinario del jueves, planteó la posibilidad de que la Comisión Europea investigue a ciertos países de la UE, entre ellos España, por su gestión de la pandemia del coronavirus.

"Ese discurso es repugnante en el marco de la Unión Europea. Es de una inconsciencia absoluta", ha señalado Costa, que avisa de que "esta mezquindad recurrente mina totalmente el espíritu de la UE y supone una amenaza para el futuro de la Unión". Visiblemente irritado por el resultado del Consejo, que rechazó la idea de los coronabonos que defienden Portugal, España, Francia e Italia, el líder socialista luso ha advertido de que "si la UE quiere sobrevivir, es inaceptable que cualquier responsable político, sea del país que sea, pueda dar una respuesta de tal naturaleza durante una pandemia como la que estamos viviendo".

Carga así Costa contra la posición defendida por el holandés Hoekstra, que opina que la Comisión Europea debería abrir una investigación para aclarar por que ciertos países miembros no tenían margen presupuestario para afrontar la crisis sanitaria. Según publica la prensa holandesa, el ministro de Finanzas ha reiterado esta semana declaraciones apuntando que ciertos países tendrían que haber ahorrado en los pasados años para afrontar los costes de la pandemia actual.

Exigencia de una respuesta común

"No estamos dispuestos a volver a escuchar a ministros de Economía holandeses como a los que ya tuvimos que escuchar en el 2008 y en los años que siguieron", ha señalado Costa, en alusión al exministro Jeroen Dijsselbloem, predecesor de Hoekstra y expresidente del Eurogrupo, muy crítico con los países del sur de Europa por su gestión económica de la crisis del 2008 en la eurozona.

Costa ha insistido en que la UE debe dar una respuesta en común ante un desafío común, ya que en una Unión Europea asentada en la libertad de circulación de bienes y personas, "el virus no conoce fronteras".

Portugal, España, Francia e Italia reclaman a Bruselas el impulso de coronabonos, una emisión de deuda conjunta para salvar las economías nacionales. Una idea con la que no comulgan en absoluto los países del norte de Europa, como Holanda, Alemania o Austria, que como en la crisis financiera del 2008 que a punto estuvo de llevarse al euro por delante, han logrado imponer su posición . "Estamos en contra de una colectivización general de deudas", ha recordado el austriaco Sebastian Kurz en clara sintonía con su homólogo holandés, Mark Rutte.

Portugal cumple ahora seis años del cierre del rescate financiero de la troika tras la mayor crisis de su historia reciente y es visto como ejemplo por su capacidad para crecer salvando los pilares del estado de bienestar.