«Nací en Liverpool en la madrugada del 1 de enero de 1973, justo el día en que el Reino Unido entraba en la Comunidad Económica Europea, y siento que mi vida ha estado marcada por este acontecimiento. De hecho, a mi hermanita melliza y a mí nos sacaron en la prensa local y nos presentaron como los euro-twins por ser los primeros británicos plenamente europeos.

Me he beneficiado mucho de formar parte de la UE. He vivido en varios países, he hecho muchos negocios en Europa y hoy resido en Barcelona, donde han nacido mis hijos. Por eso, el brexit me produce una profunda tristeza. Lo vivo como algo personal. También me siento culpable. Yo tengo mi vida encauzada, dispongo de un trabajo fijo en España y el futuro no me inquieta, pero pienso en mis hijos y en otros británicos que residen en Europa en situación parecida, y me preocupo mucho. Mis hijos se han criado en la calle Balmes de Barcelona, pero tienen nacionalidad británica y, de pronto, se han convertido en extranjeros en España, que también es su país. Por eso, he decidido iniciar los trámites para sacarles la nacionalidad española. Temo que pierdan los derechos de ser europeos. Son catalanes, españoles, británicos y ciudadanos de Europa. Nunca entenderé que nos obliguen a elegir».