El líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) italiano y actual ministro italiano de Exteriores, Luigi Di Maio, anunció ayer que abandona el liderazgo de su partido, asediado por los malos datos electorales, las dudosas alianzas y las tensiones internas.

«Ha llegado el momento para esta espléndida criatura llamada M5S de refundarse. Hoy se cierra una era (...) He llevado a término mi deber», anunció en un acto en el Templo de Adriano de Roma, visiblemente emocionado y arropado por sus seguidores.

Además aseguró que continuará vigente la coalición de Gobierno que mantiene con el Partido Demócrata (PD) y otras fuerzas de centroizquierda, presidido por el primer ministro Giuseppe Conte, y no ha renunciado a su cargo como jefe de la diplomacia italiana.

La decisión de Di Maio se produce a cuatro días de las elecciones regionales del domingo en Emilia-Romagna (norte) y Calabria (sur), cruciales porque el ultraderechista Matteo Salvini quiere usarlas para reforzar su dominio y desgastar al Ejecutivo del M5S y el PD.

Di Maio, elegido líder en septiembre del 2017, anunció además un proceso de refundación del Movimiento y el inicio de unos Estados Generales para que fije un proyecto y una idea de Italia para los próximos años.