Las nuevas sanciones económicas que el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció que impondría a Irán han entrado en vigor. Trump había prometido castigar a Teherán a nivel económico tras un ataque iraní contra bases militares de EEUU en Irak que no causó víctimas. Un nuevo giro de tuerca que previsiblemene lastrará aún más la castigada economía local.

Los bombardeos de Irán respondían al asesinato, a manos de Washington, del general iraní Qasem Soleimaní, en Bagdad, la capital iraquí. Las sanciones económicas habían destruido buena parte de la economía iraní, que se recuperó con la firma del pacto nuclear, en el 2015, entre Teherán y EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China.

En mayo del 2018, Washington se retiró del acuerdo por el que Irán se comprometía a no pasar ciertas líneas rojas para aliviarle las sanciones. En el 2019, el régimen de los ayatolás decidió suspender algunos puntos del pacto, hasta que el asesinato de Soleimaní ha provocado que «no se sienta obligado a respetarlo».

«PRESUPUESTO DE RESISTENCIA» / Las sanciones contra Irán costaron a la República Islámica 100.000 millones de dólares en ingresos procedentes de la venta de petróleo y otros 100.000 millones en inversiones, según explicó el presidente iraní, Hasan Rohaní, en un discurso a la nación el pasado 31 de diciembre en el que habló de «guerra económica».

Semanas antes, Rohaní había propuesto un «presupuesto de resistencia» para contrarrestar los efectos de las sanciones. «Cuando no hay comida ni agua, todavía estás en peligro, no importa lo fuerte que seas», señaló. El presidente iraní considera que su país «está pagando un alto precio por desafiar la voluntad de Trump».

Las sanciones han destruido las vidas de muchos ciudadanos. «Irán experimentó la tercera contracción más grande de una economía nacional en el mundo en 2019, cerca del 10%», aseguró Hussein Ibish, del Instituto de Estados Árabes del Golfo en Washington, a Al Jazeera.

Irán ha sufrido déficit durante años, pero la brecha fiscal se amplió por las sanciones provocaron la caída en picado de las ventas de petróleo en un 90%. El rial iraní, que perdió más del 60% de su valor en el 2018, se ha podido recuperar parcialmente.