Las protestas prodemocráticas del sábado en Hong Kong han acabado con violentas cargas policiales en el metro de la ciudad. Al menos cinco personas permanecen en estado grave tras los enfrentamientos con la policía, según han informado este domingo fuentes de los servicios sanitarios citadas por la radiotelevisión local RTHK.

Los vídeos grabados por testimonios muestran cómo una veintena de agentes irrumpen en los vagones del metro en la estación de Prince Edward y golpean a los pasajeros. Las cargas se reproducen en los andenes y las escaleras mecánicas.

"Todo el mundo empezó a chillar 'vienen, vienen, están locos. Entraron en el vagón y empezaron a golpear a todo el mundo. Salí corriendo pero vi cómo la policía usaba sus porras y golpeaban a la misma persona en la cabeza, incluso cuando ya estaba herida en una esquina", ha relatado Lai, de 31 años, que volvía a casa tras participar en las protestas.

Según las fuentes sanitarias citadas RTHK , 31 personas han sido hospitalizadas, de las cuales 18 habían sido dadas de alta a las 08.00 hora local de hoy (00.00 del domingo hora española), mientras que otras 8 continúan recibiendo tratamiento médico, aunque permanecen estables.

DESAFÍO A LA PROHIBICIÓN DE LA PROTESTA

Los incidentes en el metro rematan una jornada en la que policía y manifestantes se enfrentaron en varios puntos de la ciudad semiautónoma. Miles de personas desafiaron la prohibición policial a manifestarse en el quinto aniversario de la decisión de las autoridades chinas de no permitir el sufragio universal y libre para elegir al jefe del Gobierno hongkonés, germen de la 'revolución de los paraguas'.

Los enfrentamientos comenzaron por la tarde, pero se prolongaron hasta bien entrada la noche, y primero se limitaron a Causeway Bay y Wan Chai, aunque después se extendieron por Tsim Sha Tsui y Mong Kok. La policía recurrió una vez más al gas lacrimógeno y a los cañones de agua, mientras que los manifestantes lanzaron cócteles molotov y prendieron fuego a barricadas improvisadas.

HOY, OTRA MANIFESTACIÓN

Para este domingo hay convocada otra protesta. Los convocantes intentarán cortar el acceso al aeropuerto y celebrar un mitin frente al Consulado Británico en Hong Kong, en el que presionarán a Londres para que declare incumplida la Declaración Chino-Británica de 1984.

Tras recuperar la soberanía del territorio de manos británicas en 1997, y bajo la fórmula 'Un país, dos sistemas', el China se comprometió a mantener la autonomía de Hong Kong y a respetar hasta el 2047 una serie de libertades de las que no gozan los ciudadanos de la China continental.

Las protestas comenzaron el pasado mes de marzo como oposición a una polémica propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas, podría haber permitido a Pekín acceder a "fugitivos" refugiados en la excolonia británica.

Aunque a principios de julio las autoridades hongkonesas declararon "muerta" esa propuesta de ley, los manifestantes exigen que se retire oficialmente y han ampliado sus demandas con el objetivo de mejorar los mecanismo democráticos de la ciudad y, en definitiva, oponerse al autoritarismo chino.

Por su parte, Pekín asegura que detrás de las protestas existe una "mano negra" y señala a "algunas fuerzas de Estados Unidos" como responsables.