La Casa Blanca anunció ayer la derrota total del Estado Islámico (EI) en Siria, cinco años después de que el grupo terrorista declarara su «califato» en Siria e Irak tras conquistar vastas extensiones de terreno en ambos países. De acuerdo con la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Sanders, los yihadistas han perdido el «100%» del territorio que controlaban en el país de Bachar Al Assad, una evaluación que según explicó comparte también el Pentágono.

El anuncio se produjo sin fanfarria ni triunfalismos, nada que ver con aquel «misión cumplida» pronunciado por George W. Bush a bordo del portaviones USS Lincoln menos de dos semanas después de la invasión de Irak en el 2003.

Sanders se lo comunicó a los periodistas que viajaban a bordo del Air Force One de camino a Florida y sin que el presidente Donald Trump estuviera presente.

Las informaciones periodísticas que llegan desde la región sostienen, sin embargo, que la batalla continúa contra el último bastión del EI en Siria.

Varios cientos de yihadistas resisten atrincherados en Baghuz, un pueblo sirio pegado a la frontera iraquí y bañado por el río Eufrates, según informó la cadena de televisión CNN desde el terreno. Los terroristas estarían utilizando como escudos humanos un gran número de civiles de la localidad.

CAMPAÑA DE BOMBARDEOS / La campaña para acabar con ellos está siendo liderada por las Fuerzas Democráticas Sirias, la milicia kurdo-árabe financiada por Estados Unidos, el país que ha llevado la iniciativa en la campaña de bombardeos de la coalición internacional formada para erradicar la bárbara distopía del EI.

Hace solo unos días el Pentágono reconoció que, si bien se ha recuperado la práctica totalidad del territorio yihadista en Siria, todavía quedan cerca de 20.000 militantes activos del EI en Siria e Irak, células durmientes que esperan su oportunidad para actuar. Antes de que la Casa Blanca hiciera su anuncio, Trump ya había dado por finiquitado al EI. «Acabamos de tomar el 100% del territorio», dijo el pasado 28 de febrero en un discurso ante las tropas estadounidenses en Alaska. «Seguís oyendo que es el 90% o el 92% del califato en Siria. Ahora es el 100%, lo acabamos de tomar».

El miércoles volvió a recalibrar los tiempos y dijo que «el califato habrá desaparecido en cuanto caiga la noche». Apoyó sus palabras enseñando dos mapas que mostraban la menguante presencia del grupo yihadista desde el 2017.

En cualquier caso, el grueso del trabajo está hecho en Siria. En Irak se estima una mayor presencia de los yihadistas y falta saber cómo se gestionará el día después porque es más fácil destruir a un grupo terrorista que acabar con su ideología. El caso del EI es paradigmático ya que surgió de los rescoldos de Al Qaeda en Irak, y ni Estados Unidos ni sus aliados árabes fueron capaces de solucionar los agravios de la población suní.