A pesar de que perdió las pasadas elecciones con Donald Trump, Hillary Clinton no quita el dedo del renglón en sus aspiraciones políticas y sobre todo para ocupar la Casa Blanca, por lo que se plantea la posibilidad de una futura presidencia de Estados Unidos, un puesto para el que consideró que está muy bien cualificada, aunque afirmó que la próxima Administración deberá esforzarse en mejorar las relaciones internacionales del país, informó el New York Times.

"Bueno, me gustaría ser presidenta", dijo Clinton en una entrevista concedida a la web especializada en tecnología Recode ante una audiencia. "Siento que estaría muy bien cualificada para el trabajo después de haber estado en el Senado durante ocho años, habiendo sido una diplomática del Departamento de Estado", subrayó la candidata a la presidencia de los demócratas en las elecciones de 2016.

Clinton sin embargo, apuntó que mejorar la imagen y las relaciones internacionales de Estados Unidos "va a ser un serio esfuerzo", en referencia a la erosión de los vínculos con algunos de los aliados más importantes del país desde la llegada al poder del actual mandatario, Donald Trump.

LAS ELECCIONES INTERMEDIAS

Inicialmente, la ex primera dama se mostró reacia a la idea de liderar el gobierno de Estados Unidos, contestando con dos claras negativas a la periodista que la entrevistaba, pero poco después aclaró su postura.

Detalló por otra parte que no se planteará seriamente si se presenta de nuevo como candidata a la Presidencia hasta después de los comicios legislativos del próximo noviembre. "Ni siquiera voy a empezar a pensar en ello hasta que no superemos las elecciones del 6 de noviembre", aseveró.

Clinton ha comenzado a participar en más eventos públicos en un momento en el que EE.UU se enfrenta a unas elecciones legislativas clave, en la que el Partido Demócrata conserva la esperanza de poder hacerse con una mayoría en el Congreso y el Senado tras perder los comicios presidenciales de forma inesperada.

VOCES QUE LA CRITICAN

La semana pasada, habló durante un evento para recaudar fondos a favor de la candidata demócrata al Congreso Donna Shalala, una iniciativa que según apunta el New York Times, algunos de los miembros del partido político critican, alegando que no es una figura popular y que debería retirarse de la vida pública.

La ex secretaria de Exteriores, puesto que ocupó cuatro años durante la presidencia de Obama, rechazó estos comentarios en la entrevista y los calificó de sexistas al compararlos con los que reciben otros antiguos candidatos a la presidencia.