Recep Tayyip Erdogan prometió decir toda la verdad y despejar los interrogantes sobre el caso Khashoggi en su discurso semanal en el Parlamento turco, delante de sus siempre fieles diputados, seguidores y fans incondicionales. Televisiones de todo el mundo conectaron en directo con Ankara, la capital turca; los que esperaban grandes revelaciones, seguramente, quedaron defraudados: «Todas las pruebas demuestran que el asesinato de Khashoggi fue premeditado. Las grabaciones de las cámaras fueron borradas y a los trabajadores turcos del consulado los echaron durante ese día», dijo Erdogan.

Durante todo el parlamento, el presidente turco se dedicó a repasar, por horas y días, las filtraciones que la Policía turca ha ido haciendo a los medios. No dio detalles nuevos. Con un lenguaje comedido mandó un mensaje a Riad. «¿Por qué han aparecido tantas versiones contradictoras entre sí cuando el asesinato ya estaba claro? Nadie, hasta que todos los interrogantes sean aclarados, puede intentar encubrir el caso», dijo el dirigente, en referencia a las múltiples versiones contradictorias que oficiales saudís han estado dando en los últimos días.

Pero cuando parecía que el discurso iba a acabarse sin ninguna revelación y gran novedad destacable, el presidente turco se sacó su as de la manga: «Hago un llamamiento a Arabia Saudí desde aquí: este incidente sucedió en Estambul. Las detenciones y el proceso judicial tienen que tener lugar aquí; no en Riad. Esta es mi petición». De esta forma, el presidente turco pide al rey saudí, Salman bin Abdulaziz, que extradite a los 15 integrantes del comando que asesinó a Khashoggi. Arabia Saudí aún no ha contestado.

«El consulado saudí en Estambul es territorio soberano saudí, de acuerdo, pero no debemos olvidar que esto ha pasado dentro de las fronteras de Turquía. Tenemos el deber de investigar este asesinato, que ha ocurrido en nuestras tierras. Tenemos una responsabilidad internacional en este asunto: seguiremos investigando en representación de la conciencia internacional. Encubrir un asesinato así afecta a la conciencia humana», dijo Erdogan.

MÁS FILTRACIONES / Mientras tanto, las filtraciones continuaban ayer. Toda la investigación ha ido siendo revelada en cuentagotas, con una dosis cada día para mantener la atención y al mundo enganchado y, aunque Erdogan hablase e interpelara directamente a Riad, la técnica sigue y seguirá siendo la misma: filtraciones y más filtraciones.

Ayer, dos fuentes anónimas aseguraron a la televisión británica Sky News que se había encontrado el cadáver de Khashoggi en el jardín de la residencia del cónsul saudí en Estambul. El cuerpo, según estas dos personas, ha sido hallado descuartizado y mutilado.

Este extremo, sin embargo, se descartó: horas más tarde, fuentes de la oficina del fiscal general turco lo desmintieron. Según su versión, el paradero del cuerpo del periodista sigue siendo desconocido y las pesquisas para hallarlo continúan, incluyendo, eso sí, la residencia del cónsul. La Policía turca intensificó su investigación en dos lugares: el bosque de Belgrado, una zona forestal al norte de Estambul, y las inmediaciones del pueblo de Yalova. Esta localidad está a unos 100 kilómetros de la capital cultural turca y está siendo investigada porque el 2 de octubre, el día en que Khashoggi desapareció, una furgoneta saudí fue captada allí.

Las investigaciones, ahora, se centran en la presencia de un coche del consulado saudí en un aparcamiento en un barrio muy lejano del centro de Estambul. El automóvil fue abandonado allí hace dos semanas y en su interior tenía tres maletas cerradas. La Policía turca no pudo abrir el coche hasta ayer y, según la prensa turca, encontraron un portátil y papeles propiedad del cónsul saudí.

Un trabajador del lugar que vio a los saudís llegar con el vehículo fue interrogado por la policía: «Cuando estaban metiendo las maletas en el coche se les cayó una máscara de gas. La recogieron y la tiraron a la basura. La cogí y se la enseñé a un médico, que me dijo que este tipo de máscara es usada por gente que trabaja con químicos tóxicos. Me asusté y la tiré», relató el empleado a la prensa turca.

En Riad, el rey saudí prometió tomar «medidas correctivas». Según la agencia estatal de noticias, SPA, el rey ha ordenado al Consejo de Ministros crear un comité que reestructure y reconstruya el aparato de inteligencia saudí. En el marco de esta campaña para evitar más desprestigio de su imagen, Bin Abdulaziz y el príncipe heredero recibieron ayer en el palacio real a la familia de la víctima.