El terremoto y el tsunami del pasado viernes en Indonesia han dejado entre 844 muertos -según fuentes oficiales- y 1.193 fallecidos -según el recuento de un de un grupo de voluntarios-. En medio de la catástrofe, de las listas de desaparecidos y de la desolada situación en la que se encuentra el país del sudeste asiático, han aparecido historias de héroes que arriesgaron su vida para salvar la de muchas otras personas.

Uno de ellos es Anthonius Gunawan Agung. Este controlador aéreo, que hoy forma parte del millar de fallecidos por la catástrofe, permaneció en su puesto en la torre de control del aeropuerto de Palu hasta que el avión a su cargo había despegado de la pista. Este controlador aéreo indonesio murió ayudando a que la aeronave despegara de manera segura en medio del temblor.

Pese a que sus colegas huyeron para salvar su vida, Anthonius Gunawan Agung, de 21 años, se negó a dejar su puesto en la torre de control del Aeropuerto Mutura Sis Al Jufri Airport Palu y se mantuvo firme hasta lograr el despegue del vuelo 6321 de Batik Air.

El avión, con cientos de personas a bordo, se alistaba para despegar cuando comenzó el terremoto, por lo que Agung decidió continuar con su labor, pese a que la torre de control de tráfico se estaba derrumbando. Después del despegue el joven saltó para intentar salvarse, pero murió más tarde en el hospital.

El ente de navegación aéra de Indonesia le rindió honores en su entierro, el pasado 29 de septiembre.

#RIPAgung pic.twitter.com/hLLaLRDCCC AirNav Indonesia (@AirNav_Official) 29 de septiembre de 2018