El estado de Texas ejecutó el jueves a su segundo preso en apenas 24 horas: Daniel Acker, condenado a muerte por un jurado que consideró demostrado que asesinó a su entonces novia en el 2000.

Acker, hombre blanco de 46 años, fue declarado muerto a las 18.25 hora local (23.25 GMT) tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville -cercana a Houston-, según notificó el Departamento de Justicia Criminal de Texas.

Consultado por el director de la cárcel, Acker rechazó su derecho a pronunciar unas últimas palabras.

La ejecución de Acker fue la segunda en Texas en 24 horas después de que ayer el estado también terminase con la vida de Troy Clark, que fue condenado a muerte por matar a una mujer en 1998 y esconder su cuerpo dentro de un barril relleno de cemento.

A Acker, por su parte, lo condenaron a muerte por el asesinato de su novia, Marquetta George, el 12 de marzo del 2000 en el condado de Hopkins, al noreste de Dallas.

La buscó toda la noche para matarla

Acker y George discutieron la noche anterior en un bar, según los documentos judiciales, y el hombre había pasado toda la noche buscándola.

Cuando George regresó por la mañana a la vivienda móvil que compartían, Acker la agarró y la metió dentro de su camioneta.

El cuerpo sin vida de George apareció poco después al borde de una carretera.

La teoría de los fiscales que el jurado consideró probada fue que Acker arrojó a George del vehículo en marcha, aunque el hombre siempre defendió que fue ella quien se lanzó porque la estaba llevando contra su voluntad a la vivienda de otro hombre con el que había mantenido supuestamente relaciones.

La de Clark fue la décima ejecución del año en Texas y la número dieciocho en todo el país.