En la sesión 73ª de la Asamblea General de las Naciones Unidas el mensaje dominante ha sido el del respaldo a la organización y sus valores, emblema del orden multilateral que ha guiado al mundo y a sus principales potencias en las últimas décadas y que ahora se ve amenazado por el unilateralismo nacionalista y populista de Donald Trump. Pero aunque el mensaje aislacionista del mediático presidente estadounidense resuene, no ha sido el dominante. Y ayer, en su debut ante la ONU, el presidente español, Pedro Sánchez, sumó su voz al numeroso coro que defiende el organismo y sus valores. Y lo hacía desde una perspectiva humanista.

Aunque al cierre de esta edición Sánchez aún no había ofrecido su discurso, el miércoles adelantó ya que la intervención iba a girar sobre tres ejes. El primero es el foco en la dignidad de las personas, una perspectiva que el líder socialista defiende que no puede perderse al abordar una de las cuestiones vitales en estos momentos: los movimientos migratorios y la situación de los refugiados.

Otro de los focos de Sánchez es el respaldo del Gobierno español al desarrollo sostenible y a la Agenda 2030 impulsada por la ONU que marca los objetivos en ese campo. Se trata de un compromiso que puede subrayar apuntando a la creación por parte de su Ejecutivo de la figura de una alta comisionada para la aplicación de la Agenda 2030, para la que el Consejo de Ministros nombró en julio a Cristina Gallach, que tiene entre sus misiones desde el combate de la pobreza y la desigualdad en todas sus formas como eliminar el empleo precario.

El tercer eje de la intervención, según el adelanto de Sánchez, incluye también esa perspectiva humanista, poniendo a las personas en el centro de todos los compromisos y esfuerzos del gobierno por la seguridad, ya sea la lucha contra el terrorismo, contra la proliferación nuclear o contra las armas de destrucción masiva.

«Básicamente la idea es que el Gobierno de España quiere trasladar el mensaje inequívoco del ejecutivo y del conjunto del país de apoyo firme al multilateralismo y a las Naciones Unidas, que siguen siendo el instrumento clave para lograr em mantenimiento de la paz y la seguridad», dijo Sánchez, que aseguró que su viaje a la cumbre diplomática ofrece «la imagen de lo que es España: un país democrático, solidario, europeo y comprometido con los valores de la agenda multilateral de la ONU».

En su discurso, a diferencia también del de Trump, podía esperarse también un compromiso del gobierno con la lucha contra el cambio climático, otro de los objetivos de la Agenda 2030, Ya la víspera, por ejemplo, el presidente anunció en la cumbre One Planet, impulsada por Emmanuel Macron y el secretario general de la ONU, António Guterres, que España ratifica plenamente la Coalición para la Neutralidad del Carbono. Se trata de una iniciativa que lidera Nueva Zelanda que compromete a los miembros a buscar una trayectoria de neutralidad de emisiones de gases contaminantes de efecto invernadero para 2050.

RELANZAMIENTO / El discurso culmina un viaje de cuatro días a Nueva York en el que Sánchez ha mantenido también una agenda que ha incluido también reuniones bilaterales, como la que mantuvo con el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en la que aceptó viajar próximamente a Cuba, una visita oficial que intentarán que se produzca antes de final de año y que el presidente enmarca en un «relanzamiento de las relaciones con América Latina». Lo que no adelantó Sánchez es si haría referencias a la integridad territorial de España como hicieron en años anteriores en el mismo escenario Mariano Rajoy y el rey Felipe VI abordando la cuestión catalana.