Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) revalidaron en Nueva York el acuerdo económico pactado hace tres meses y convertido en papel mojado con el hundimiento sistemático del peso. El Gobierno de derechas recibirá una cantidad de dinero adicional a los 50.000 millones de dólares convenidos, pero bajo el compromiso de no utilizar esa suma para contener la subida de la moneda estadounidense ni facilitar la fuga de capitales, que en agosto ascendió a 4.019 millones de dólares. Hasta el momento, el organismo financiero solo ha enviado 15.000 millones. Lo que resta de préstamo deberá utilizarse para cancelar los vencimientos de la deuda externa que, entre septiembre y diciembre de este año, suman 23.259 millones de dólares.

La exigencia del FMI, a la que se suma el compromiso de las autoridades de llevar adelante un ajuste económico draconiano, terminó con los días de Luis Caputo al frente del Banco Central de la República Argentina (BCRA). Según el diario Ámbito Financiero, Caputo, a quien llamaban «el Messi de las finanzas», tenía «diferencias» con el Fondo y el propio ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en la manera de intervenir en el mercado cambiario. Los números no jugaron a favor de Caputo: en tres meses de gestión, el BCRA perdió 15.000 millones de dólares. «La salida se hizo inevitable para acordar con el FMI», señaló La Nación. «La política económica de aquí en adelante viene marcada por el Fondo», dijo el analista político Eduarzo Fidanza. «No hay condicionamiento del FMI», replicaba el ministro de Producción, Dante Sica.

En sus 83 años de existencia, el BCRA ha tenido 61 presidentes. El reemplazante de Caputo que ha elegido Macri es Guido Sandleris y tiene en el fútbol una secreta pasión. No solo por haber escrito tres novelas juveniles (Por la camiseta, Por los puntos y Al Mundial) que ubican en el centro de sus historias al deporte más popular del país sino por haber confesado la fantasía de querer sustituir la imagen de Eva Perón en el depreciado billete de 100 pesos por la de Diego Armando Maradona. Sandleris fue secretario de Política Económica, de Dujovne.

AUGURIOS INCUMPLIDOS / En enero pasado, el flamante director del BCRA aseguraba que el 2018 sería «un año mejor que el 2017». A tono con lo que dijo el mismo Macri al inaugurar en marzo la Asamblea Legislativa, creía que «lo peor» ya había pasado y que la inflación del 2018 llegaría al 15% «con un poquito más de esfuerzo». También auguraba un crecimiento del PIB de 3,5 puntos. Ninguno de sus augurios se cumplió. Le tocará gestionar con una inflación anual casi del 50% y, como se supo este miércoles, un paro del 10% y una caída del PIB de dos puntos que preludia otra mayor en el 2019.

Al igual que Dujovne y otros funcionarios del Gobierno, Sandleris no parece confíar en la fortaleza del peso argentino y tiene parte de dinero (2,2 millones de dólares) en un banco de EEUU.