En el centro y el este de Europa solo Luxemburgo desde el 2015 y Eslovenia y Alemania desde el 2017 toleran el matrimonio homosexual. Países fuertemente marcados por la religión como Italia, Grecia o Polonia le han dado la espalda. Siete países como Hungría o Serbia lo prohíben expresamente en su Constitución.

A excepción de las repúblicas bálticas, todos los países nórdicos han legalizado el matrimonio gay y su derecho a la adopción. Noruega y Suecia lo hicieron con el apoyo de la Iglesia en el 2009, Islandia se subió al carro en el 2010 y la primera ministra se casó con su pareja. Dinamarca lo hizo en el 2010 y Finlandia este año 2017.

En el 2000, Holanda fue el primer país del mundo en legalizar el matrimonio homosexual. Tres años más tarde, Bélgica seguía el ejemplo. En el 2005, con la oposición del PP y la Iglesia católica, el Gobierno de Zapatero aprobó la unión entre personas del mismo sexo. Después lo han hecho Portugal, Francia y Reino Unido.