El Gobierno británico publicó ayer el proyecto de ley en el que pide permiso al Parlamento para poner en marcha las negociaciones formales del brexit. El documento, titulado «Proyecto de ley de la Unión Europea (notificación de retirada)», es simple y breve. En él se pide «conferir el poder a la primera ministra para notificar, bajo el artículo 50 (2) del Tratado de la Unión Europea, la intención del Reino Unido de salir de la UE». Y añade que «tendrá efecto a pesar de cualquier provisión realizada por o bajo la Ley de las Comunidades Europeas de 1972 o cualquier otra promulgación».

El debate se celebrará en la Cámara de los Comunes el próximo martes, en una sesión que puede prolongarse hasta medianoche e incluso extenderse al miércoles. La votación está prevista para el 8 de febrero. De ahí pasará a la Cámara de los Lores, que dispondrán de tiempo suficiente para completar el proceso, a fin de que las negociaciones formales puedan comenzar antes del 31 de marzo, la fecha límite anunciada por Theresa May.

«Confío en el Parlamento, que ha votado a favor del referéndum por seis contra uno, que respeten la decisión tomada por los británicos y aprueben rápidamente el proyecto de ley», indicó el ministro para el brexit, David Davis, en un comunicado.

El Gobierno británico espera superar sin dificultades la aprobación. No solo cuenta con mayoría, aunque escasa, entre los conservadores. También el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, ha ordenado a sus diputados votar a favor o atenerse a las consecuencias.