François Fillon, candidato conservador a la presidencia de Francia, aseguró ayer a TF1 que renunciaría a la carrera al Elíseo «si fuera imputado» en el caso del empleo supuestamente ficticio de su esposa, contratada como asistenta parlamentaria cuando era diputado. El exprimer ministro negó categóricamente las acusaciones de empleos ficticios, asegurando que no había «ninguna duda» sobre el trabajo «legal», «real» y «totalmente transparente» de su mujer.

Tras la revelación del semanario Le Canard Enchaîné, la justicia francesa ha abierto una investigación para saber si ese puesto por el que Penélope Fillon cobró medio millón de euros era real o ficticio. «Me extraña que hechos tan antiguos y legales sean objeto de tal campaña a tres meses de la primera vuelta de las elecciones presidenciales», señala Fillon.