Italia ya puede ir a elecciones. El Tribunal Supremo rechazó ayer partes sustanciales de la ley electoral conocida como Italicum, aprobada en mayo del 2016, pero también la ha dejado lista para aplicarse. Se trata de la legislación que, junto con el referéndum sobre la reforma constitucional, contribuyó a la dimisión del exprimer ministro, Matteo Renzi, en diciembre.

Según los jueces, uno de los puntos inconstitucionales de la ley es que se presenten listas de candidatos fijadas por los partidos (y que el votante no puede alterar). Así como que los candidatos que se presenten en varios colegios decidan ellos mismos en cuál han sido elegidos.

Los magistrados italianos también han desautorizado las modalidades establecidas para la segunda vuelta, que no establecía un umbral mínimo para los dos partidos más votados. Se mantiene, en cambio, el muy criticado premio de mayoría -el 55% de los escaños- a la lista que supere el 40% de los votos, por el cual Renzi fue atacado incluso por algunos prestigiosos constitucionalistas. Las motivaciones de los jueces, y sus puntualizaciones, se prevén en el plazo de un mes.

En este contexto, en caso de que no proceda a la elaboración de una nueva ley electoral, el Italicum seguirá vigente con los cambios establecidos por el Supremo, que ha eliminado las partes consideradas inconstitucionales. Algo que implica que los ciudadanos italianos votarán con dicha ley en caso de elecciones.

Unos comicios que se podrían celebrar en primavera, de acuerdo con las opiniones que circulaban ayer. «Tenemos que ir a elecciones ya», dijo el líder de la xenófoba Liga Norte, Matteo Salvini. «Votemos ya», escribió en su blog el líder del Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Beppe Grillo.

Para Renzi es una sentencia agridulce. Por una parte, como promotor de la ley, constituye un golpe para él y su formación, el Partido Democrático (PD). Por otra, acelera los tiempos en momentos en los que el joven líder todavía pesa en un partido que discute sobre si aún es el candidato adecuado. «El futuro, tarde o temprano, regresa», opinó Renzi antes de conocerse el fallo.