El candidato conservador a la presidencia francesa, François Fillon, que ha hecho de su trayectoria política irreprochable una seña de identidad, se vio ayer salpicado por un escándalo que afecta a su esposa, Penélope Fillon. Discreta y poco expuesta a los medios, la mujer del líder de Los Republicanos ha cobrado 500.000 euros brutos en ocho años como asistente parlamentaria de su marido, según revela el semanario satírico Le Canard Enchaîné. Sin embargo, pocos recuerdan haberla visto en los pasillos de la Asamblea Nacional.

Aunque criticable desde un punto de vista ético, no es ilegal que los diputados contraten a familiares como colaboradores, siempre que no se trate de empleos ficticios, que es lo que parece desprenderse de la información. La fiscalía financiera ha abierto una investigación para saber si se trata de un empleo real y si se ha podido cometer un delito de desvío de fondos públicos.

A Penélope Fillon, galesa de 60 años y abogada de formación, no se le conocía hasta el 2014 -cuando fue nombrada consejera municipal de Solesmes, en la región del Loira- más actividad que la dedicación a su numerosa familia.

Es también conocida por mantenerse al margen de los asuntos políticos de su marido, diputado en la Asamblea Nacional desde 1981, y una antigua colaboradora de Fillon en la Cámara baja ha señalado a Le Canard Enchaîné que «nunca ha trabajado con ella». Sin embargo fue remunerada entre 1998 y 2002 por su marido, cuando este era diputado del departamento de Sarthe.

A partir del 2002, fecha en la que François Fillon entró en el Gobierno, su esposa siguió cobrando entre 6.900 y 7.900 euros mensuales como colaboradora de Marc Joulaud, sustituto de Fillon en la Asamblea. Y en el 2012, cuando Fillon se convirtió en diputado por París tras haber pasado cinco años como primer ministro de Nicolas Sarkozy, Penélope Fillon cobró de las arcas parlamentarias al menos durante seis meses.

Además, de mayo del 2012 a diciembre del 2013, la esposa del candidato presidencial figuró como asalariada en La Revista de los Dos Mundos, propiedad de un amigo de su marido, Marc Ladreit de Lacharrière. Su sueldo fue de unos 5.000 euros brutos al mes. El director de la publicación, Michel Crépu, está sorprendido. «Nunca me he encontrado con Penélope Fillon y no la he visto nunca en las oficinas de la revista», ha señalado.

En el círculo de Fillon intentan limitar el daño que el escándalo puede acarrearle a su candidato, a quien todas las encuestas dan como principal rival de la ultraderechista Marine Le Pen el 7 de mayo en la segunda vuelta de las presidenciales. «Madame Fillon ha hecho estudios de Derecho y literatura y siempre ha trabajado en la sombra, porque no es su estilo destacar», argumenta el entorno del candidato. Sin embargo, muchos dirigentes del partido empiezan a preocuparse por el golpe. «Sinceramente, esto le hará daño. Rompe su imagen. Es un mal asunto», confesaba un dirigente de Los Republicanos. «Podría marcar un antes y un después, podría convertirse en un Fillongate», comentaba otro representante conservador.