El mayor interrogante en EEUU es saber qué hará el presidente electo, Donald Trump, una vez que tome posesión de su cargo el próximo 20 de enero. Trump, que en el pasado calificó las sanciones del 2014 como inútiles y se mostró dispuesto a levantarlas, podría anular las anunciadas ayer jueves por Obama. Trump ha puesto repetidas veces en duda que Rusia estuviera detrás de los supuestos ciberataques a los demócratas y de las dañiñas filtraciones de sus correos electrónicos.

El reto para Trump es que para anular las sanciones debería rebatir los descubrimientos de los servicios de espionaje estadounidense, abriendo un frente de guerra interna con su comunidad de inteligencia nada más llegar al cargo.