Sin contar en ningún momento con EEUU, Turquía y Rusia han acordado un plan para que las partes beligerantes del conflicto sirio declaren un alto el fuego en todo el país árabe, según anunció ayer el ministro turco de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, quien señaló que, además, se ha avanzado en un plan para un proceso de transición política que ponga fin a la guerra siria. «Hay dos textos listos sobre Siria. Uno es sobre una resolución política y el otro es sobre el alto el fuego. Pueden aplicarse en cualquier momento», señaló el jefe de la diplomacia turca.

Según una fuente que horas antes filtró el pacto de alto el fuego a la agencia turca Anadolu, el plan se aplicaría en todas las zonas en las que las tropas del presidente sirio, Bashar el Asad, y sus aliados (principalmente rusos e iraníes) estén combatiendo a la oposición armada, que incluye desde moderados hasta yihadistas. De este modo, «las organizaciones terroristas serán excluidas del trato», en referencia ciertos grupos extremistas y el Estado Islámico, aunque no queda claro si las zonas controladas por los kurdo-sirios del PYD (considerados terroristas por Turquía y quienes dominan gran parte del norte del país) están contempladas en el acuerdo.

Anadolu indicó que Ankara y Moscú trabajaban para que el acuerdo se pusiese en marcha la pasada medianoche. Çavusoglu indicó que este fleco se podría resolver «pronto» e indicó que Turquía (que tiene tropas desplegadas en el norte de Siria y apoya militarmente a la oposición a Asad) está a favor de una solución política. Aunque el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo no tener suficiente información para confirmar la inmediata puesta en marcha del acuerdo.

APOYO DE LA ONU / El enviado especial de la ONU para Siria, Steffan de Mistura, mostró su apoyo a estas negociaciones y manifestó su disposición a ayudar a «la preparación de los acuerdos entre el Gobierno de Siria y la oposición armada».

Sin embargo, un militar rebelde citado por la agencia de noticias Reuters indicó que el principal punto de fricción entre ambos bandos era la campiña aledaña a Damasco, que Rusia quiere dejar fuera del acuerdo, mientras que la oposición se niega.

«Los detalles del alto el fuego aún no han sido presentados formalmente a las facciones y no hay acuerdo hasta ahora», apuntó otro militar rebelde. Ambos países han dejado al margen de esta negociación a EEUU, cuya influencia en el conflicto es cada vez menor y cuya Administración se encuentra en en un punto muerto entre el equipo saliente de Barack Obama y el nuevo gabinete de Donald Trump.

EEUU ha perdido toda iniciativa en Siria, una guerra fratricida que comenzó en marzo del año 2011 y, hasta la fecha, ha dejado ya casi medio millón de muertos (más de la mitad de ellos causados por las tropas leales a Bashar el Asad) y unos 10 millones de desplazados.

De hecho, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, cada vez más cercano a Rusia, llegó a acusar a EEUU de apoyar a grupos terroristas en Siria. De funcionar el trato, «las negociaciones políticas» de paz empezarán en Astana (Kazajistán).