Aunque en las negociaciones de este acuerdo de paz ha tenido un perfil bajo, Irán forma parte de esta partida que Rusia y Turquía están jugando para intentar alcanzar en Siria un fin del conflicto que les convenga. Por eso, responsables iraníes han participado en las reuniones previas de la conferencia sobre Siria que intentan que tenga lugar en Astana (Kazajistán).

Antes que Rusia, Irán fue el gran apoyo financiero de Asad, pues quería evitar la caída de un régimen chií y su recambio por otro suní tutelado por Arabia Saudí. El régimen iraní, que ha desplegado 70.000 hombres, ha logrado establecer un corredor terrestre que conecta Irán con Irak, Siria y el Líbano. Su apuesta siria ha salido ganadora y se ha impuesto a su rival, Arabia Saudí.