Cuatro trabajadores humanitarios de la ONU y al menos otros siete civiles han muerto por disparos indiscriminados de fuego de mortero, durante la distribución de ayuda en el este de Mosul, en Irak. Todas las víctimas eran de nacionalidad iraquí, según ha informado Naciones Unidas.

El comunicado de la ONU no señala a los responsables del ataque, pero testigos han afirmado que se trataba de militantes del Estado Islámico (EI) que están en retirada en esta región a causa de la ofensiva militar iraquí.

Hay testimonios de que durante la fuga han bombardeado repetidamente estas áreas, matando o hiriendo a muchos residentes que huían en la dirección opuesta.

Lise Grande, coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, ha condenado los ataques como una violación de los principios humanitarios: "Las personas que están a la espera de ayuda son ya vulnerables y necesitan asistencia. Deberían ser protegidas, no atacadas", ha dicho. "Todas las partes del conflicto tienen la obligación de respetar la ley humanitaria internacional y garantizar que los civiles sobrevivan y reciban la asistencia que necesitan".

YIHADISTAS MUERTOS

El Ejército iraquí ha informado de que ha repelido hoy un ataque del EI en el sureste de la ciudad y de que 12 miembros del grupo yihadista han muerto en el intento.

Entre los fallecidos se encuentran cuatro terroristas que estaban preparados para cometer atentados suicidas y un francotirador, según ha dicho un portavoz del Ejército iraquí.

Las autoridades no publican cifras de las víctimas civiles o militares, pero responsables médicos han dicho que decenas de personas resultan heridas a diario en las operaciones militares que se están llevando a cabo en Mosul.

LA BATALLA POR MOSUL

Las fuerzas iraquís y kurdas lanzaron el pasado 17 de octubre una ofensiva para liberar Mosul, la segunda ciudad más importante del país, donde viven más de un millón de personas.

Se trata del último gran bastión de los yihadistas en Irak. El Ejército iraquí y sus aliados han logrado arrebatarles una cuarta parte de la ciudad tras las ofensivas de las últimas semanas.

La campaña, apoyada por EEUU, suma unos 100.000 combatientes y se ha convertido en la más grande en el país desde la invasión encabezada por EEUU en el 2003 que derrocó aSadam Husein.

El avance de las tropas está siendo lento y costoso y los combates en la ciudad se están caracterizando por su violencia e intermitencia.