La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha advertido que, tras la conmoción e incertidumbre generada por el ‘brexit’, lo mejor para ese territorio puede ser la independencia. Un mes después del referéndum, la ministra principal anunció que comenzará a preparar los trabajos preliminares para que la opción independentista sea viable. En un acto organizado por el Institute for Public Policy Research en Edimburgo, Sturgeon señaló que Escocia posee en estos momentos una mayor estabilidad que el resto del Reino Unido.

La líder escocesa teme que el Gobierno británico adopte una vía “dura en lugar de blanda con el ‘brexit’”, lo que puede llevar a un acceso muy limitado del mercado único y a una restricción significativa de la libertad de movimiento. “Si vemos que nuestros intereses no pueden ser protegidos en el contexto del Reino Unido, la independencia debe ser una de las opciones que Escocia tiene el derecho de considerar. Por eso vamos a iniciar los trabajos preparatorios, de forma que la opción esté disponible para el parlamento escocés si lo considera necesario”.

Sturgeon condenó con dureza, “la falta de liderazgo” y de “planificación” del Gobierno de David Cameron y de quienes hicieron campaña por la salida. Estos últimos “mintieron”, y “dieron pábulo”, “al racismo abierto” y a la extrema derecha.

FALTA DE LIDERAZGO

“La ausencia de liderazgo y de planificación previa, tanto por parte de los políticos que propusieron el referéndum, como de los que hicieron campaña a favor de salir, es una de las abdicaciones de responsabilidad más vergonzosas de la historia política moderna", afirmó. La primera ministra británica, Theresa May, ha prometido incluir al gobierno escocés en las negociaciones del ‘brexit’, pero Sturgeon criticó la falta de claridad de lo que significa en la práctica la salida de la Unión Europea, un mes después de la consulta. La explicación de May, cuando repite que ‘Brexit significa Brexit’, la definió como, “un slogan que encubre la falta de cualquier sentido claro de dirección”.

May se hallaba en Belfast, reunida con la ministra principal norirlandesa, la unionista Arlene Foster, y el viceprimer ministro del Sinn Fein, Martin McGuinness. Irlanda del Norte, al igual que Escocia, votó claramente a favor de la permanencia en la UE. El ‘brexit’ plantea un problema fronterizo con la República de Irlanda, si el Reino Unido desea acabar con la libre circulación. May se comprometió a buscar una "solución práctica" para que la frontera no vuelva a operar bajo las restricciones del pasado. La primera ministra británica recibirá el martes en Downing Street a su colega irlandés, Enda Kenny.