Se comprometió a acoger a 200 refugiados sirios, siempre que fueran cristianos, alegando criterios de integración y cohesión social para negarse a aceptar musulmanes. "Tenemos una comunidad musulmana muy pequeña, ni siquiera tenemos mezquitas", justificó un portavoz de Interior. El primer ministro, Robert Fico, instó ayer a la UE a detener la afluencia de refugiados y comparó la política inmigratoria europea con un "suicidio ritual".