Cuando el pasado diciembre Dinamarca empezó a debatir la confiscación de bienes a los refugiados que llegaran al país para pagar su manutención, muchos en Alemania se pusieron las manos a la cabeza.

La prensa alemana incluso comparó la medida con las expropiaciones que los nazis cometieron contra la población judía, evocando a su peor fantasma del pasado. Tan solo un mes más tarde, la potencia europea se ve sumergida en una grave crisis política sobre cómo afrontar ese éxodo y dos de sus estados federados ya han abierto las puertas a requisar dinero a los recién llegados.

Baviera, el land alemán más grande y rico y también el más crítico con la política de la cancillera Angela Merkel, ha sido el primero que ha optado por esa vía. Su ministro del Interior, el conservador Joachim Herrmann, ha asegurado en una entrevista con el diario 'Bild' que la policía estatal podrá requisar el dinero y los activos de los refugiados que entren en su territorio siempre que se trate de más de 750 euros.

A pesar de esa afirmación, el político cristianodemócrata de la CSU no ha especificado con qué frecuencia la policía recurrirá a ese polémico método. Aún más dura ha sido la respuesta del vecino y también sureño 'land' de Baden-Württemberg, donde el límite de dinero se ha rebajado hasta tan solo los 350 euros.

DESTINO ALEMANIA Alemania ha recibido entre 2.000 y 5.000 refugiados por día durante el mes de diciembre. La gran mayoría de ellos tienen como puertas de entrada al país los estados de Baviera y Baden-Württemberg, que se han visto desbordados por el incesante flujo migratorio. Eso les ha llevado ahora a asumir esta polémica vía, aunque aún no se han dado más detalles sobre su cómo será su aplicación.

"Alemania". Esa es la palabra que la gran mayoría de exiliados tiene en la boca cuando pone rumbo a Europa. Saben que la potencia europea es la que tiene más recursos para afrontar nuevas llegadas y necesita población joven que trabaje. Las ayudas a los solicitantes de asilo son generosas en este país, pero la ley alemana contempla que para poderlas recibir los refugiados deben haber gastado primero sus propios recursos. Eso también incluye las joyas familiares. "A pesar de que hay algunos prejuicios, como solicitante de asilo no puedes tener más beneficios que los desempleados alemanes", ha remarcado también en 'Bild' el comisario federal para la integración, Aydan zoguz.

CIERRE DE FRONTERAS En Europa el 2016 ha empezado como el año de las fronteras. Ayer Austria aseguró que cerraría sus puertas y estableció un límite en la llegada anual de refugiados fijado en las 37.500 personas. Los países balcánicos han reaccionado en cadena para hacer que sus países sean menos atractivos, incluso para ser de paso, para los migrantes.

De esta manera, los Gobiernos de Macedonia, Serbia y Croacia ya han anunciado que también bloquearán su frontera. El ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, crítico con Merkel, no ha dejado pasar la oportunidad para pedir la reintroducción indefinida en las fronteras alemanas. Más presión para la cancillera.