La policía turca ha informado este miércoles de la detención dedos personas sospechosas de pertenecer al autoproclamado Estado Islámico (EI) que supuestamente habían planeado ataques suicida en Ankara, la capital del país, en la víspera de Año Nuevo. Un alto funcionario ha informado a la agencia Reuters que los dos hombres, que entraron en Turquía desde Siria, donde habían estado planeando un ataque en la plaza Kizilay, en el centro de la ciudad, donde habitualmente se congrega mucha gente para recibir al Año Nuevo.

Un doble ataque suicida, atribuído a Daesh, acabó con la vida de más de un centenar de personas en el pasado mes de octubre en Ankara. Desde entonces, Turquía, que había sido acusada de 'tolerancia' respecto al trasiego de militantes de EI por su territorio, ha incrementado sus esfuerzos para poner coto a los ultrarradicales.

El país otomano cuenta con una frontera de unos 900 kilómetros de longitud con Siria, parte de la cual se encuentra bajo el control del autoproclamado califato.