El equipo de Jeremy Corbyn ha presentado la agenda económica más radical que se visto en la política británica desde hace muchas décadas. Un enfoque desde la izquierda, que ha querido ser tranquilizador, pero rompe tanto con la visión de los conservadores como con la subscrita hasta ahora por el nuevo laborismo.

El polémico portavoz de finanzas, John McDonnell, un antiguo sindicalista de la línea dura, ha expuesto en la conferencia anual que se celebra en Brighton las exigencias y aspiraciones del 'corbynismo' para lograr "una redistribución más justa de la riqueza". Los laboristas pueden mostrar -ha señalado- que "es posible otro tipo de mundo", rechazando la política de austeridad, controlando al mismo tiempo el déficit y "viviendo con los medios que tenemos".

En lugar de recortar los servicios públicos y el gasto, como hace el gobierno de David Cameron, McDonnell promete que si ganan las próximas elecciones, los laboristas atajarán el déficit, asegurándose de que las multinacionales "como Starbucks, Vodafone, Amazon, Google y todo el resto pagan los impuestos que les corresponden". También aboga por revisar el funcionamiento de las grandes instituciones financieras, como el Departamento del Tesoro, Hacienda y el Banco de Inglaterra, que debería ampliar su mandato e incluir "nuevos objetivos como crecimiento, empleo y salarios", pero cuya independencia ha garantizado.

REVISIÓN DEL MODELO ECONÓMICO

McDonnell ha atacado el "modelo actual" económico de los conservadores, que "representa al 1% de los más ricos", en la sociedad y ha propuesto la revisión del sistema impositivo. Ha puesto en duda la solidez de la actual recuperación, de la que alardea el titular de Finanzas, George Osborne, al que ha acusado de vender las empresas británicas a China mientras crítica que Corbyn por querer renacionalizar el ferrocarril.

En un tono más moderado de lo que es habitual en él, McDonnell ha reconocido que los laboristas deben demostrar a los ciudadanos que se les puede confiar la economía. "Necesitamos probar a los británicos que podemos hacernos cargo de la economía mejor que la élite de ricos que la dirige ahora".

"Estamos embarcados en la inmensa tarea de cambiar el discurso económico en este país", señaló entre aplausos. Para ayudarles en esa misión, el equipo de Corbyn estará asesorado por un grupo internacional de expertos, que se reunirá trimestralmente y entre los que figura el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y el también economista francés, Thomas Piketty.