La única opción de los sirios es huir de su país, denunció este lunes la comisión de investigación de Naciones Unidas sobre el conflicto en Siria. "Siria ha sido destruida delante de nuestros ojos. La nación se ha derrumbado en el campo de batalla más caótico y mortífero del mundo. Los lazos que mantenían unida a la nación se han desintegrado", señaló el presidente de la comisión, Paulo Sergio Piñeiro, ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. "Los sirios describen un país irreconocible. La vida como la construyeron y la conocían se ha desmoronado y su única opción es huir", agregó Piñeiro.

La comisión de investigación presentó ante el plenario del Consejo su último informe sobre Siria, que relata una vez más las atrocidades, vejaciones y violaciones a los derechos humanos que se cometen diariamente en ese país. "El profundo sufrimiento humano que hemos visto durante años en los hospitales sirios y en los campos de refugiados de los países vecinos está grabado en las demacradas caras de los refugiados apiñados ahora en las estaciones de trenes y en los descampados tras las alambradas en las fronteras de Schengen".

"Nuestro mensaje para los europeos es que respeten la ley internacional y el principio de no devolución, ayuden a los países limítrofes a lidiar con los cuatro millones de refugiados que acogen, creen vías legales para la entrada de sirios a Europa", indicó en una rueda de prensa posterior Vitit Muntarbhorn, otro miembro de la comisión.

Piñeiro dejó claro que la solución para la crisis de refugiados es la resolución pacífica del conflicto bélico. "La crisis de refugiados, que ha existido durante años en Turquía, Líbano, Jordania e Irak es consecuencia del conflicto sirio. Ambas están totalmente ligadas. Es imposible resolver la una sin la otra", insistió ante el pleno del Consejo.