Nicola Sturgeon ha amenazado con un segundo referéndum en Escocia, si David Cameron sigue ignorando los deseos de los escoceses, contrarios a la renovación de los submarinos nucleares Trident y la política recortes en los servicios sociales.

En el discurso pronunciado en Edimburgo coincidiendo con el primer aniversario del referéndum sobre la independencia, la ministra principal y líder del Partido Nacional Escocés (SNP), pidió al primer ministro que reconozca la voz de los 56 diputados de su partido, que desde las elecciones de Mayo, tienen escaño en el parlamento de Westminster.

“Lo que ocurra con el apoyo a la independencia en los meses y años próximos, va a depender tanto en lo que usted haga como en lo que hagamos nosotros. Y en estos momentos (Cameron), ya está viviendo en tiempo prestado”, declaró Sturgeon. “Si usted continúa ignorando la voz de Escocia, si continúa tratando con desdén lo que decidió la gente en el país en Mayo --añadió-- más y más gente va a llegar a la conclusión de que (el parlamento) Westminster no le sirve a Escocia”.

ACUERDO DE EDIMBURGO

El primer ministro británico podría oponerse a la celebración de un segundo referéndum. “Alex Salmond, Nicola Sturgeon y yo, firmamos el Acuerdo de Edimburgo, en el que nos comprometíamos a respetar el resultado de un voto trascendental. Todos aceptamos-al igual que los escoceses-, que seguir adelante”, ha indicado Cameron. El gobierno británico va a proponer dos enmiendas al proyecto de ley de devolución de poderes a Escocia, para garantizar la permanencia constitucional del parlamento escocés.

Sturgeon ha confirmado que en el programa electoral de los comicios autonómicos en la próxima primavera figurarán las condiciones que deben darse para la posible convocatoria de un segundo referéndum. Pero también advirtió a los que tienen prisa por celebrar cuanto antes una segunda consulta, que no hay atajos para la independencia. Si bien el apoyo al independentismo ha ido aumentando según todos los sondeos en los últimos meses, Sturgeon ha dejado claro que no volverá a arriesgarse en las urnas, hasta estar totalmente segura de la victoria.