Su historia es más reveladora que cientos de informes y debates sobre los prejuicios y la islamofobia que anida en parte de la sociedad de EEUU. Ahmed Mohammed, un adolescente musulmán de 14 años, llevó el pasado lunes a su instituto de Tejas el reloj-alarma que había creado en su habitación para impresionar a sus profesores. Uno de ellos le felicitó, pero cuando la alarma se disparó sola durante la clase de inglés, la profesora vio el maletín y pensó que debía ser una bomba. Poco después Mohammed era arrestado por cinco agentes, interrogado durante una hora y media sin posibilidad de llamar a sus padres y suspendido del instituto durante tres días.

El chaval es un prodigio en potencia, como ha contado su padre a la prensa, revelando que le ha arreglado el coche, el teléfono, el ordenador y ha construido su propio kart. Le apasiona el espacio y quiere estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts. Pero Mohammed es un nombre complicado. En cuanto se conoció la noticia de su arresto, amplificada en las redes sociales, todo fueron muestras de solidaridad. "Qué reloj tan chulo, Ahmed", escribió el presidente Barack Obama en Twitter. "¿Quieres traerlo a la Casa Blanca? Deberíamos inspirar a más chavales como tú a aficionarse por la ciencia. Es lo que hace grande a América". Obama le ha invitado a asistir el mes que viene a una noche de astronomía.

Pero no es el único apoyo que ha recibido. Mark Zuckerberg también le ha extendido la invitación. "El futuro pertenece a gente como Ahmed", dijo en Facebook. "Me encantaría conocerte, sigue construyendo". Twitter y Reddit le han ofrecido prácticas y Hillary Clinton ha escrito que "las asunciones y el miedo no nos hacen más seguros". Para los demócratas de Tejas, su arresto es "la consecuencia lógica de la islamofobia" que existe en Irving, el pueblo donde vive.