UNA CALIDA ACOGIDA

Bienvenidos al norte

Francia recibe al primer contingente de refugiados del millar que se ha comprometido a acoger para aliviar la situación de Alemania

EVA CANTON

Les recibieron dos grandes pancartas dándoles la bienvenida en inglés y francés. Poco después, en el interior del recinto recreativo de Cergy-Pontoise, una enorme colonia de vacaciones del noroeste de París, encontrarían los primeros carteles en árabe y una pléyade de voluntarios, asociaciones, sanitarios, traductores, bomberos, policías y representantes políticos locales que oficializaron la acogida de los 46 refugiados. Diez niños, varias familias y un grupo de jóvenes iraquís y sirios que habían salido once horas antes de Múnich en un autobús en el que viajaron acompañados por miembros de la Cruz Roja y de la Oficina francesa de protección de refugiados y apátridas (Ofpra). Bajaron con calma, alguna sonrisa y rastros de cansancio, pero salvo un caso derivado al hospital, todos parecían estar en buenas condiciones.

"Nos ha dado la impresión de que es un momento positivo para ellos. No tenemos la impresión de estar acogiendo víctimas", explicaba el prefecto de Val d'Oise, Yannick Blanc. Además del reconocimiento médico, se les ofreció asesoramiento administrativo, ropa y comida. Durante el almuerzo --sémola con albóndigas-- los voluntarios les explicaron el funcionamiento del centro en el que pasarán un máximo de dos meses, mientras se tramita su solicitud de asilo y se organiza la red que les repartirá por todo el territorio.

Según el prefecto, la concesión del estatuto de refugiado será "rápida y simplificada" y cuando sea posible se les propondrá un destino "definitivo". Antes, recibirán clases de francés para agilizar la integración.

Aprender la lengua es lo primero que quiere hacer Ahmed Janabi, un iraquí de 31 años que abandonó Bagdad y recuerda como una pesadilla su paso por Hungría. "Nos trataron como animales", relata con amargura. Ahmed aceptó enseguida la propuesta de pedir asilo en Francia. "Para mí es mejor que Alemania. Es el país de los derechos humanos".

Mientras, los vecinos de Cergy se han volcado en la acogida. "Son conscientes de que podría habernos pasado a nosotros y muestran mucha empatía", destacaba el director del centro de ocio, Nicolas Cook.

En total, ayer llegaron a diversos albergues de la región parisina unos 200 refugiados, los primeros del contingente de 1.000 que Francia se ha comprometido a recibir con urgencia para aliviar la desbordante situación de Alemania.

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