Crisis migratoria en Europa La solidaridad

Alemanes ejemplares

La sociedad se organiza en grupos de voluntarios para atender a los refugiados Un grupo pone en contacto a los recién llegados con berlineses dispuestos a ceder parte de su casa

C. PLANAS BOU

Aunque en los últimos meses los minoritarios movimientos xenófobos de Alemania se han hecho notar con actos vandálicos y agresiones a los inmigrantes extranjeros, la realidad en las calles es otra muy diferente. Ante la desesperación de muchos refugiados, la ciudadanía alemana ha dado un paso al frente y se ha organizado para prestar ayuda.

En Berlín, la actividad de los voluntarios es frenética. Muchos son jóvenes que piensan que el momento de actuar ha llegado. Arthur tiene 24 años y colabora con un grupo que se dedica a buscar casa a los refugiados. "Hay gente que tiene un sofá o una cama libre en casa y nosotros nos encargamos de que estos vacíos los ocupe alguien que lo necesita", cuenta entre papeles y llamadas de otros voluntarios. Es el caso de Hilal. A los 23 años huyó de Egipto desesperado por la violencia y la represión del régimen. Su odisea para terminar en Berlín le llevó por Italia, Mónaco y Suiza. Alemania siempre fue su destino y ahora, tras un año y cinco meses en el país en los que intercaló noches en un pequeño hotel y en un campamento, aún intenta encontrar una manera para sobrevivir. "Solicité el asilo pero denegaron mi petición y me quieren deportar", cuenta en un alemán muy trabajado. Ahora no tiene a donde ir.

Refugees Welcome es otro de los movimientos de apoyo ciudadano a los refugiados que más impacto ha tenido. Esta iniciativa, impulsada por tres jóvenes alemanes, se dedica a poner en contacto a los recién llegados que solicitan asilo y a berlineses que están dispuestos a ceder un rincón de su casa. La concienciación es tan fuerte que en algunos casos la solidaridad se desborda. Es lo que pasó en Múnich. Las autoridades esperaban la llegada de unos 600 refugiados e hicieron una llamada por Twitter a la población para que ayudara. Pocas horas después la Policía, desbordada, tuvo que pedir un freno a las donaciones.

Tracking Pixel Contents