Los incidentes estallaron ayer en la plaza Syntagma mientras el Parlamento debatía las medidas del acuerdo de rescate. Miles de personas habían acudido a la manifestación convocada por los sindicatos contra la aprobación de las reformas, tras la cual se produjeron aislados pero graves disturbios. Un grupo de personas, ajenos a la marcha y de ideología anarquista, según la policía, lanzó cócteles molotov y piedras a los agentes, que respondieron con gases lacrimógenos, en los primeros choques callejeros desde que Syriza llegó al poder en enero. En los disturbios ardió una furgoneta de televisión.

Hasta entonces, el sector público había protestado con una huelga de 24 horas contra la votación del paquete de medidas. Respondiendo a la convocatoria de Adedy, el sindicato paraguas de los funcionarios, miles de personas se habían manifestado por la tarde en Syntagma, bajo el lema No a los memorándums , no a la austeridad, no a las privatizaciones.

"Este nuevo rescate lo pagarán otra vez los trabajadores, ya que continuarán los despidos y continuarán las privatizaciones. No es un acuerdo para mejor", denunció Niki, que acudió como militante de un movimiento antirracista. "Hace falta una izquierda que convierta esa fuerza del 61% del no en el referéndum en movilización y en ruptura. El Gobierno no quiere esa ruptura, pero los movimientos sociales sí", argumentó la joven.

Al llamamiento de Adedy se sumó Pame, el sindicato del Partido Comunista, así como el partido de izquierdas Antarsya y organizaciones de empleados municipales y de ferrocarriles. Los trenes no funcionaban, mientras que los conductores de autobuses urbanos y metro llevaron a cabo paros de varias horas. También la mayoría de las farmacias cerraron. A pesar de que el impacto del corralito ha sido especialmente negativo para estos establecimientos, se oponen tajantemente a la liberalización del sector que contemplan las reformas.