El primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, sentenció ayer que "el mundo es un lugar mucho más peligroso hoy". "El acuerdo premiará (-) al régimen terrorista de Teherán con centenares de miles de millones de dólares (-) que alimentarán el terrorismo de Irán en todo el mundo, su agresión en la región y sus esfuerzos para destruir a Israel", aseguró Netanyahu, que no descarta la opción militar contra los iraníes. La reacción de profundo rechazo al acuerdo nuclear es casi unánime en Israel. Todo el arco parlamentario, excepto la Lista Conjunta (mayoritariamente árabe y que elogió el pacto) cree que es muy negativo. Israel no quiere que aumente la influencia que Irán, un país chií, ya tiene en diversos estados de la zona como Líbano, Siria e Irak, miedo que comparte con Arabia Saudí, rival histórico de Irán y potencia petrolera, pero suní. Otros países del Golfo elogiaron el acuerdo nuclear. Emiratos Arabes Unidos, así como Abu Dabi, felicitaron a los negociadores del acuerdo. El sirio Bashar el Asad, también.