La próxima cosecha de arroz, indispensable para la alimentación de la población en Nepal, corre peligro en el país asiático tras el terremoto del pasado sábado que causó más de 5.000 muertos, informó hoy a Efe un responsable de la FAO.

Jeff Tschirley, jefe de la Unidad de Rehabilitación y Política Humanitaria de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), destacó que, además de los graves daños materiales en centros urbanos como la capital, Katmandú, muchas zonas rurales también se han visto afectadas por el seísmo.

Aunque todavía no se han desplegados equipos técnicos para evaluar los daños en el campo, Tschirley indicó que, según las primeras informaciones, se ha perdido mucho ganado, sobre todo pollos y cabras, y lo mismo podría haber pasado con infraestructuras de riego o almacenes de grano.

Aseguró que una de las prioridades en este momento desde el punto de vista de la seguridad alimentaria es garantizar la próxima cosecha de arroz, que debería plantarse entre finales de mayo y agosto.

"El inicio de la temporada va a requerir replantar y preparar ese trabajo" para garantizar la producción, apuntó el responsable, puesto que -en caso contrario- los agricultores no podrán cosecharlo hasta finales de 2016, lo que disminuiría sus ingresos y prolongaría su dependencia de la ayuda exterior.

La otra necesidad para el campo nepalí en estos momentos es el apoyo a la ganadería, con vacunas y piensos para el ganado que lo mantenga en buenas condiciones, agregó Tschirley.

La ONU dijo ayer que se requieren 415 millones de dólares para financiar en los próximos tres meses la ayuda más urgente a los damnificados por el devastador terremoto en Nepal, que destruyó más de 70.000 viviendas y dañó medio millón.

Los requerimientos más inmediatos son alojamiento temporal, agua, alimentos, instalaciones de saneamiento básico, atención médica de urgencia, así como protección a las víctimas, especialmente a los más vulnerables, como niños y mujeres.

Dentro de los 128 millones de euros solicitados para asegurar la alimentación, la FAO ha pedido ocho millones para el ganado y la provisión de paquetes de producción de alimentos que garanticen la temporada de arroz este año.

El director de Política Humanitaria consideró que el tipo de respuesta internacional en Nepal puede ser similar a la que se dio en Pakistán tras el terremoto que en 2005 causó la muerte de unas 87.000 personas.

"Una de las lecciones aprendidas del seísmo en Pakistán fue el hecho de que muchos hogares marginales con inseguridad alimentaria lucharon por sí mismos para restablecerse una vez que pasó la emergencia", afirmó.

En ese sentido, insistió en la necesidad de mantener la ayuda en el sitio más allá de la respuesta que se dé a corto plazo para que las comunidades puedan volver a la situación en la que estaban antes del terremoto.

Según el último boletín del sistema de información y de alerta temprana de la FAO, los daños en el sector primario nepalí todavía no han sido evaluados, pero se espera que hayan sido afectados los cultivos de trigo y de maíz en las montañas del centro y el oeste debido a los deslizamientos de tierra y la interrupción de la siembra.

A falta de más datos, esa agencia de Naciones Unidas estima que la producción de trigo será en 2015 de 1,8 millones de toneladas, un 5 % menos que la del año pasado, debido, entre otros factores, a las fuertes lluvias que afectaron en marzo a la cosecha en su etapa final.