Ni subida del IVA, ni recorte en pensiones, ni flexibilización del mercado laboral. El primer ministro griego, Alexis Tsipras, aclaró ayer en el Parlamento que la lista de reformas presentada el viernes en Bruselas "de cuya aprobación depende el desembolso de una ayuda crucial" no incluye finalmente ninguna de estas medidas.

Para el mandatario, la implementación de un "programa propio" es por el contrario "la única estrategia que puede poner fin a la austeridad manteniendo el país en el marco europeo". En su discurso, Tsipras llamó a la oposición a apoyar el "esfuerzo nacional" para "levantar a la patria del barro del rescate" y negó que la extensión de cuatro meses del contrato de préstamo constituyera un tercer memorando.

El Gobierno griego sostiene que sus propuestas generarían ingresos por valor de 3.700 millones de euros. Parte de la recaudación procedería de las auditorías sobre las cuentas de griegos en el extranjero, de la reestructuración de las deudas con el Estado y del combate de distintos tipos de fraude. Las arcas públicas ingresarían otros 550 millones de la concesión de licencias de juego on line y frecuencias digitales.