El portavoz de la Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, alertó el pasado febrero sobre la aprobación de la resolución número 8610 en Venezuela, que permite "el uso de la fuerza potencialmente mortal" en manifestaciones y protestas. "En línea con los estándares internacionales, el uso de la fuerza letal debe ser la última opción y solamente en situaciones donde es estrictamente inevitable para proteger la vida", señaló Colville. Además, recordó que la misma incumple el artículo 68 de la Constitución venezolana.