La confrontación entre Grecia y sus acreedores está acelerando la fuga de capitales. Solo el miércoles, entre 300 y 400 millones de euros abandonaron el país, cinco veces más que en días anteriores. Se trata de la cifra más alta desde el 20 de febrero, cuando se llegó a un acuerdo de extensión del contrato de préstamo para Grecia, revirtiendo el flujo de salida que imperaba desde la convocatoria de elecciones anticipadas en diciembre. Ese mes y el siguiente, unos 16.000 millones de euros dejaron el país. Solo en marzo, Grecia debe devolver unos 2.000 millones de euros en obligaciones --hoy pagará 350 millones al Fondo Monetario Internacional--, más otros 1.500 de gasto en salarios y pensiones.