Tres veces candidato a presidente y primer alcalde electo de la capital de México, Cuauhtémoc Cárdenas ha presentado este miércoles su "renuncia irrevocable" al Partido de la Revolución Democrática (PRD), que él mismo fundó hace 25 años y del que aún era considerado "líder moral". En una carta a la actual dirección del PRD, Cárdenas esgrime la "congruencia" con sus "principios" frente a la “forma de conducción del partido".

El hijo del presidente Lázaro Cárdenas -quien hace 75 años acogió a los exiliados republicanos españoles—pidió días atrás la renuncia del actual presidente del PRD, Carlos Navarrete, en medio de la crisis interna desatada tras la desaparición de los 43 estudiantes de Magisterio el pasado 26 de septiembre. Tanto el exalcalde de Iguala, acusado de mandar contra ellos a los municipales, como el exgobernador del estado sureño de Guerrero eran miembros del partido de izquierda.

ENCUENTRO PÚBLICO

Navarrete pidió a Cárdenas un encuentro público, que se celebró el martes. "Demasiado tarde", señala el veterano político en la carta que ha escrito siete horas después y en la que pone de manifiesto que ambos mantienen "profundas diferencias en las visiones de cómo enfrentar los problemas internos del partido", así como en las medidas a tomar para "recuperar la credibilidad de la organización". Cárdenas dice no "compartir responsabilidades de decisiones tomadas por miopía, oportunismo o autocomplacencia".

Aunque recibió algunos botellazos en la primera de las manifestaciones, Cuauhtémoc Cárdenas ha venido manteniendo, y así lo repitió el pasado sábado ante un grupo de destacados perredistas, que la primera tarea es "exigir la presentación con vida de los 43 estudiantes de la Escuela Normal de Ayotzinapa, aún desaparecidos, y el castigo, sin contemplación y con estricto apego a la ley, de los delincuentes materiales e intelectuales".

EL 'HIJO DEL GENERAL'

Al ser "el hijo del general" -como lo conocía todo el mundo--, Cuauhtémoc fue un miembro destacado del casi único Partido Revolucionario Institucional (PRI), por el que fue gobernador de su estado natal de Michoacán entre 1980 y 1986. Un año después, fundó la Corriente Democrática, cuyos miembros acabaron por abandonar el PRI, y en 1988 fue designado candidato presidencial por un frente de izquierdas apoyado por el movimiento popular surgido tras el terremoto de 1985.

En aquellas elecciones de julio de 1988, "se cayó el sistema" -como anunció el ministro de turno-y Carlos Salinas fue proclamado presidente con poco más de la mitad de los votos. Durante muchas madrugadas, Cárdenas fue mostrando en su casa a varios corresponsales, entre ellos a este de EL PERIÓDICO, las actas y datos que señalaban su victoria. Hasta abatido, renunció a seguir la lucha, para "evitar que el pueblo" fuera "víctima de una nueva matanza". En mayo de 1989, fundó el partido del que acaba de separarse.

Cuauhtémoc Cárdenas ha asegurado, no obstante: "Continuaré activo en las causas con que tengo compromiso".