Al menos 68 personas murieron ayer en Bin Wais, un pueblo de la provincia iraquí de Diyala, cuando un grupo de milicianos chiís rodearon la mezquita y ametrallaron a todos los fieles que en ese momento se encontraban en su interior. Las víctimas son todos musulmanes sunís que estaban celebrando el rezo del viernes en esa localidad, que era leal al Gobierno iraquí. Un diputado de esa provincia denunció que los milicianos impidieron a las ambulancias acceder al lugar. Esa masacre hace temer una venganza.