Este 'caso Mediaset' por el que el exprimer ministro italiana ha sido condenado a cuatro años de prisión juzga la compraventa de derechos de emisión de películas estadounidenses por valor de 470 millones de euros por parte de Mediaset -el grupo audiovisual de Berlusconi- entre 1994 y 1999 con un supuesto aumento artificial del precio de los derechos para evadir dinero al fisco y desviarlo a cuentas en el extranjero.

La solicitud de revisión del proceso que plantea Berlusconi se centra, en particular, en la persona del productor estadounidense de origen egipcio Frank Agrama, considerado socio del exprimer ministro en este caso y condenado a tres años de prisión por ello (condonados por la ley de indultos 241 del 2006).

Los testimonios que Berlusconi pretende plantear para revisar el proceso se centran en negar que hubiera ningún tipo de nexo entre Agrama y él y que 'il Cavaliere' participara en ese fraude fiscal de 17.500 millones de liras en el 2000; 6,6 millones de euros en el 2001; unos cuatro millones de euros en el 2002 y unos dos millones en el 2003.

Sobre la posibilidad de que Berlusconi salga del país (muchos apuntan que a Rusia), el exprimer ministro ha querido ser claro: "Es una posibilidad que nunca he considerado. Por lo tanto, no puedo responder. Nunca la he considerado porque deseo que mi inocencia salga a la luz sin cortapisas y, dado que me siento italiano hasta el final, no contemplo ninguna escapatoria. Nunca he buscado ni recibido pasaportes extranjeros".