Silvio Berlusconi esta dispuesto a mantenerse en la primera división de la política a cualquier precio. El exprimer ministro italiano, expulsado del Senado italiano este miércoles, ha anunciado que pedirá la revisión del proceso Mediaset, por el que fue condenado en Italia a cuatro años de prisión por fraude fiscal. La revisión del caso se escuda en la existencia de 12 testimonios, entre ellos siete "completamente nuevos" y algunos que no le fueron aceptados antes de que el Tribunal Supremo le condenara el pasado 1 de agosto, lo que le podría permitir esa revisión del caso ante la Corte de Apelación de Brescia (norte).

Mientras Berlusconi sigue considerando que su expulsión del Senado puede suponer una "mancha imborrable" en la institución, para otros se abre una nueva etapa en la política italiana. La deshonrosa expulsión de la cámara, difícilmente de la política pública al margen de la reprentación parlamentaria, responde a la denominada ley Severino del Gobierno de Mario Monti, que determinó que la expulsión de cualquier parlamentario condenado a más de dos años de cárcel.

"Seguiré adelante hasta el final con la revisión del proceso y sobre el recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos: tengo que salir de este ataque por lo que soy, un ciudadano ejemplar, que siempre ha pagado los impuestos y que durante su vida ha dado una contribución positiva a los ciudadanos y al país", insistió esta semana Berlusconi, convencido de todavía no ha dicho la última palabra.