El acuerdo provisional de Irán con las seis grandes potencias internacionales sobre el control de la energía nuclear constituye una victoria diplomática histórica de la Unión Europea (UE) y de su ministra de Asuntos Exteriores, la británica Catherine Ashton.

El acuerdo corona una década de infatigables negociaciones coordinadas desde el 2004 por el anterior responsable de la diplomacia europea, Javier Solana. A la iniciativa inicialmente europea de Alemania, Francia y Gran Bretaña, se sumaron en el 2006 Estados Unidos, Rusia y China con el objetivo de alcanzar un acuerdo global con Teheran sobre su programa nuclear.

La coordinación de las negociaciones internacionales con Irán en nombre de las seis potencias fue asumida a partir de diciembre del 2009 por Ashton, como sucesora de Solana. Además de coordinar exitosamente la recta final de las negociaciones que culminaron en el acuerdo del domingo en Ginebra, Ashton tiene el mérito de haber logrado mantener unido al grupo de las seis grandes potencias, de haber conservado vivo el objetivo de alcanzar un acuerdo con Irán y de haber mantenido abierto el diálogo con Teherán a pesar de las situaciones de tensión acumuladas en los últimos años durante la presidencia iraní de Mahmud Ahmadineyad, según indicaron a este diario fuentes diplomáticas.

Ashton también ha conseguido que el resultado haya sido un acuerdo de Irán globalmente con las seis grandes potencias, a pesar que una parte de las negociaciones decisivas en la recta final se han celebrado a nivel bilateral entre el equipo de secretario de Estado norteamericano, John Kerry, y el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif. La Unión Europea comenzará a suspender la aplicación de algunas de las sanciones a Irán en diciembre para afianzar la confianza.