Jovanka Broz, la viuda del líder comunista de la antigua Yugoslavia Josip Broz Tito, fue enterrada hoy cerca de la tumba de su esposo en Belgrado, en una ceremonia con honores militares.

Broz tenía los máximos galardones militares yugoslavos por su participación como partisana en la Segunda Guerra Mundial, y tenía el rango de teniente coronel del Ejército Popular de Yugoslavia.

Según su deseo, recibió sepultura al lado de la tumba de su esposo, en la "Casa de las flores", un invernadero construido para Tito en 1975 en las proximidades de la residencia en que vivían en el aristocrático barrio de Dedinje, hoy parte del Museo de la Historia de Yugoslavia.

La tumba donde reposará Jovanka Broz es de una espesa lápida de mármol blanco de Vencac, Serbia central, sin más adornos que el nombre y apellido y los años de nacimiento y muerte en letras de color dorado, igual que la tumba de Tito (1892-1980), aunque más pequeña de tamaño.

En la guardia de honor en torno al féretro se sucedieron miembros de la Guardia del Ejército serbio y los ancianos compañeros partisanos de Jovanka Broz de la Sexta División de Lika.

Asistieron a la ceremonia miembros del Gobierno serbio, representantes del coro diplomático, delegaciones extranjeras y organizaciones antifascistas de las antiguas repúblicas yugoslavas.

El funeral organizado por el Gobierno serbio parece devolver la dignidad a una ex primera dama que pasó más de tres décadas en práctica reclusión impuesta sin explicación.

Jovanka Broz falleció el pasado día 20 a los 89 años, después de llevar dos meses en cuidados intensivos en una clínica en Belgrado.

La mujer de Tito dejó de aparecer en público unos años antes de su muerte en 1980 y desde entonces vivió en aislamiento, rodeado de misterio ya que nunca fue explicado oficialmente, ni siquiera tras la desintegración de Yugoslavia en la década los 90.

Tras la muerte de Tito y la posterior desaparición del país que encabezó durante 35 años, su tumba en la "Casa de la flores" se ha convertido en un "santuario" de los nostálgicos de Yugoslavia, que la visitan todos los años con ocasión de la muerte del líder (el 4 de mayo) o su cumpleaños (el 25 de mayo).