Paul Katami, uno de los cuatro demandantes contra la Propuesta 8, enmienda constitucional que impide el matrimonio gay en California, pidió hoy al Tribunal Supremo de Estados Unidos que tome "medidas" ante este caso de "discriminación".

"Creo que en cualquier ocasión en que se produce discriminación en el país, se deben tomar medidas y se deben tomar cartas en el asunto", afirmó Katami al canal de televisión CNN hoy, día en que el Supremo estadounidense escucha argumentos a favor y en contra de esta medida votada en referéndum y que ilegalizó las bodas gais apenas seis meses después de que California reconociera ese derecho.

"Un estigma es un estigma. Y la discriminación es discriminación", declaró Katami.

Solo hay inscritas cuatro personas como demandantes contra la Propuesta 8. Son Jeff Zarrillo y Paul Katami, residentes en Burbank y que llevan 12 años juntos; y Kris Perry y Sandy Stier, habitantes de Berkeley y madres de cuatro niños en sus 13 años como pareja.

"Se trata de nuestra igualdad", apuntó Katami. "Se trata de nuestra libertad. No intentamos derrumbar el matrimonio. No estamos tratando de redefinirlo. Lo que intentamos decir es que la igualdad es la columna vertebral de nuestro país", manifestó.

Los jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos cuestionaron hoy algunos de los argumentos esgrimidos por los defensores de la Propuesta 8 durante la audiencia dedicada al caso.

Se espera que la máxima corte decida sobre este caso en junio y, si declara inconstitucional la Propuesta 8, el matrimonio gay volverá a ser legal en California.

Los jueces también podrían decidir que su veredicto no se limite a California, sino que se extienda también a todos los estatutos y enmiendas constitucionales estatales que prohíben el matrimonio gay.

Treinta estados prohíben cualquier tipo de enlace entre personas del mismo sexo, y otros ocho prohíben de forma explícita el matrimonio gay pero permiten otras uniones civiles entre homosexuales.

Otra opción es que decidan que su veredicto se aplica solo a California y a los otros siete estados que permiten algún tipo de unión civil entre parejas homosexuales -Delaware, Hawai, Illinois, Nueva Jersey, Rhode Island, Nevada y Oregón, a los que se sumará Colorado en mayo-, a los que podría forzar a calificar esas uniones como matrimonio.

El Supremo se dedicará mañana al otro caso relacionado con las bodas gais, el que reta la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por su sigla en inglés), que define el matrimonio como la "unión entre un hombre y una mujer" e impide, por tanto, que los homosexuales casados en los nueve estados donde es legal logren reconocimiento y beneficios fiscales a nivel federal.